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Vibran las calles del Centro Histórico con los sonidos del Día de la Música
Con el ocaso resbalando sobre los edificios del Centro Histórico iniciaron las actividades del Día de la Música 2018 que congregó a miles de personas en las calles de la zona antigua de Mazatlán.


En el Escenario Machado de este festival organizado por el Instituto de Cultura de Mazatlán y Proyecto Centro Histórico,  la gente atiborró cada asiento y rincón de la tradicional plaza mazatleca.

El Coro Ángela Peralta, coordinado por el maestro Antonio González y Mary Murillo, ofreció el programa "Pasión latina" para un público que espantaba dulcemente el calor al ritmo de temas románticos como "El triste", " Gracias a la vida", "Siboney" o "Plegaria" mientras en el escenario brillaban las voces de los solistas y de todo el conjunto.

Justo cuando brotaron las luces de la Machado, los músicos de la Camerata Mazatlán, dirigidos por Percival Álvarez, tocaron la "Suite de West Side Story" para arrancar su programa "Broadway rocks", un recorrido por algunos de los más emblemáticos musicales de La Meca del Teatro.

A ritmo de jazz, swing, ritmos españoles y de la hora azul que comenzaba a inundar el cielo, más y más patasaladas y turistas se volcaron sobre el Corazón del Centro Histórico, llenaron los restaurantes y se dejaron seducir por los temas de "Les Miserables", " El hombre de la Mancha" o "Cabaret"

Tres monstruos sagrados de la música popular mexicana llegaron con el Ensamble Tradicional Mexicano en su "Noche de tributos": el inmortal José Alfredo Jiménez, La Internacional Sonora Santanera y Los Ángeles Azules.

Coros espontáneos, orgullo patrio, romance, aires de arrabal, calor y fiesta de barrio se dejaron sentir con "No volveré", "El Rey", " Bomboro Quiñá, Quiñá", "La boa", "Cómo te voy a olvidar", "El listón de tu pelo" y "17 años": el calor, la inventiva, los paisajes, las historias, el sentir y ser de un país, en distintas épocas, todos reunidos en el Escenario Machado.

La banda tapatía Scherele dio vida a la enorme tradición musical del pueblo judío, la música Kelzmer, con su espectáculo " Del Goulash a la Birria".

Clarinete, acordeón, bajo, guitarra, butzuky y batería armaron un agasajo musical que entre la euforia y la nostalgia transportó a la audiencia a tierras lejanas como Budapest o Turquía con temas como "Joseph Joseph", “Misirba” o “Yiddish Blues” con una exquisita fusión del Kelzmer con tango, jazz y folclore mexicano que se ganó los corazones del público con la entrega de los músicos Luis Eduardo Arreola, Nathalie Braux, Daniel Kitroser y Jorge Cárdenas.

El cierre del Día de la Música en el Escenario Machado estuvo a cargo del grupo Los Moustros del Espacio Exterior con  “Popotitos”, “Rock de la Cárcel”  y otros temas de la época dorada del rock and roll.   Con la gente siempre dispuesta a  bailar   interpretaron  canciones como “Espera”,  “Whole lotta shakin” y Chocolate, de su más reciente disco.

 

Escenario del Recuerdo.

A las siete de la tarde, aún con luz solar y un cielo medio encapotado Los Hermanos Osuna, pusieron el toque romántico al Escenario del Recuerdo. 
Temas como "Cuando me enamoro”, "Sabes una cosa"; “Estos celos" de Alejandro Fernández y otras canciones de Juan Gabriel y José Alfredo Jiménez, abrieron su actuación que se prolongó por una hora.
Luego "Secreto de amor”  de Johan  Sebastián y "Como han pasado los años", despertaron en el público predominantemente femenino el deseo de cantar quedito,  luego a voz en cuello,  mientras las palmas acompañaban los ¡bravos¡ de la gente.

Al caer la .noche José Narváez renovó al público que atestó las sillas, bancas y banquetas para acompañarlo en  canciones como "Ahora te puedes marchar" de Luis Miguel y "Ojitos verdes " de Julión Álvarez. Éxitos como “Ya es muy tarde” de Horacio Palencia y “El color de tus ojos” popularizada por Banda MS, dejaron claro su carácter de romántico empedernido y dieron momentos de brillantez a los músicos que lo acompañan en este rescate de canciones del regional mexicano interpretadas en  estilos como el funk, el rock pop y balada rock.

El joven intérprete invitó al escenario a Jesús Caballero y Juan Carlos Plata y con ellos cantó “Cuando no existen las palabras” para concluir su actuación con “No podrás” de  Luis Miguel.

 A las nueve de la noche  Los Cryps  cimbraron la calle y la explanada del Museo de Arte con canciones emblemáticas del rock and roll de la década de los 50 y 60.  La gente rocanroleó al ritmo de “Chica alborotada” y “La plaga” y  aplaudió la actuación de un rocanrolero de 75 años que conquistó con su  talento interpretativo y  sentido del humor y no desaprovechó la invitación para levantar polvo con “Popotitos” y “Bule Bule”.  Los Cryps se despidieron con “Diablo con vestido azul”. 

Luego Heidi Herrera se reencontró con el público que parece seguirla en todos sus conciertos.  Faltaban minutos para su show y por la Sixto Osuna un grupo de mujeres aceleraba el paso en busca del escenario donde la intérprete de “Lo que cantamos las mujeres”, se daría vuelo con canciones como “Maldita primavera” de Yuri y “Te pareces tanto mi” de Lupita DAlessio. Heidi dedicó a los hombres un popurrí de composiciones de Juan Gabriel y provocó la euforia con “El sol no regresa” para despedirse con éxitos  de Selena cuyo ritmo  transformaron  la calle en pista de baile  y aunque la cantante  había anunciado su despedida,  la gente pidió ¡otra! y complaciente Heidi Herrera interpretó “A quién  le importa”   que provocó un coro monumental con este grito de rebeldía que desde la década de los 80, popularizó Alaska y después fue replicado  por Gloria Trevi y Thalía.

Y así concluyó el Día de la Música en el Escenario del Recuerdo y dejó en el aire la pregunta ¿y ahora para dónde?.

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Escenario Olas Altas y Rock y Fusión


Este Día de la Música 2018 tuvo dos escenarios al lado de las hermosas aguas del Océano Pacífico: el de Olas Altas y el Rock y Fusión en los que miles de mazatlecos bailaron entre un abanico de alegres ritmos de banda, populares cumbias y vibraron a través de la profundidad del blues y la fuerza del rock y sus subgéneros.

Cubierta por el ocaso porteño, la banda canadiense Blues Truth dio el banderazo de inicio a los eventos del escenario Rock y Fusión a las siete de la tarde, durante una hora el blues y rock and roll fueron el ancla perfecta para que este escenario ubicado junto al Monumento al Venadito reuniera a cientos de personas que observaban desde el malecón.

A escasos metros de ahí, a las 19:30 horas empezaron a sonar las congas, timbales, baterías y marimbas de la Escala de Percusiones de la Escuela de Música del Instituto de Cultura de Mazatlán, que bajo la guía del maestro Manuel Rocha creó una atmósfera  familiar en la que incluso algunos ingeniosos fueron preparados con sus sillas y mesas para disfrutar de un buen ceviche y canciones  como "Suavecito", "La cachita", "El pato asado" y "La marcha turca".

Ya caída la noche, los escenarios del paseo costero  tenían un río de gente fluyendo de lado a lado: en el de Rock y Fusión con la agrupación Pure Morning y su interesante propuesta de rock alternativo y la Banda la Mazatleca poniendo a bailar a los amantes de la música de banda con sones regionales y tropicales.

El templete de Olas Altas tuvo su último espectáculo casi a la media noche con un público que no paró de bailar en pareja o en grupos, canciones románticas de banda y otras infaltables en las fiestas como "Sopa de caracol", "17 años" y "Que nadie sepa mi sufrir" por parte del grupo versatil Sentido Contrario.

Mientras tanto el Día de la Música continuó en el Escenario Rock y Fusión hasta los primeros minutos del domingo. A las 21:00 horas los jóvenes porteños habían dejado de lado su timidez  e hicieron comunidad frente al escenario para escuchar las canciones del primer disco de la banda punk Xylvia y después al grupo Occeans, que inspirado en la fuerza de los mares hizo vibrar al público porteño con sus cantos acompañados del intenso sonido de sus guitarras eléctricas.

Desde Rusia y como una parada excepcional de su gira Memorabilia Tour Latin America 2018, Human Tetris tomó el Escenario Rock y Fusión para hacer estallar la energía de cientos de jóvenes mazatlecos en el cierre de actividades del Día de la Música,  frente al Monumento al Venadito.

Oscuridad y alegría, nostalgia y euforia fueron los ingredientes que el cuarteto integrado por Maxim Zaytsev, Arvid Kriger, Tonia Minaeva y Ramil Mubinov dejaron con su sonido post punk melódico un ambiente en el que los porteños se sacudieron, brincaron y vibraron eufóricos ante una banda de talla mundial que plasmó  su sello en este Día de la Música 2018 con temas como como “Bravery” y “Summer in Crimea”.