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Dios es un Bicho
Dios es un Bicho

16-06-2018 | Dios es un Bicho es una oda a las mascotas, a los animales de compañía con los que jugamos en la infancia, pero también es una pregunta que un niño se hace en pleno siglo XXI: ¿Qué es Dios? ¿Cuál es el mejor dios? ¿Por qué hay tantos?.


TEATRO

 

CLASIFICACIÓN:

Adolescentes y adultos

 

COSTO:

General: $70.00

Boletos disponibles en la taquilla del Teatro Ángela Peralta de lunes a viernes en horarios de 9:00 a 15:00 horas y de 17:00 a 19:00 horas, sábados de 9:00 a 14:00 horas. Mayores informes al teléfono 982 44 46 ext. 103.

 

LUGAR:

Casa Haas

Heriberto Frías esquina Mariano Escobedo

Centro Histórico

 

 

 

 

 

 

Dios es un Bicho

Obra del dramaturgo Enrique Olmos De Ita

Dirección de escena:  Giovanni Armenta

Dios es un Bicho es una oda a las mascotas, a los animales de compañía con los que jugamos en la infancia, pero también es una pregunta que un niño se hace en pleno siglo XXI: ¿Qué es Dios? ¿Cuál es el mejor dios? ¿Por qué hay tantos?.

Esta pieza teatral del autor Enrique Olmos De Ita será llevada a escena con la actuación de Anahí y Fernando Escalera, alumnos del segundo año del Taller de Teatro impartido en la Escuela de Artes del Instituto de Cultura de Mazatlán.

Actor, maestro y director de teatro Giovani Armenta  se propone  alimentar la escena mazatleca con una propuesta dirigida a los niños  y, en especial  a los padres de familia.

No es la primera vez que Armenta  enfoca la dirección teatral y actoral hacia el segmento infantil, ya lo hizo a través de la puesta en escena de  “Mía”, obra  de la dramaturga Amaranta Leyva.

“Dios es un Bicho” es una obra elegida por los propios alumnos, el montaje reflexiona sobre el amor a los animales y sobre cómo a veces los  padres de familia rompen las ilusiones de los hijos e incluso los separan de sus amigos por creencias religiosas.

“Es una obra que hace mucho tiempo quería montar porque nos enseña que la felicidad para los niños se basa en cosas tan simples, independientemente de las creencias religiosas, es decir, no todos creemos en la misma religión, ni sentimos los mismos apegos, ni damos el mismo valor a lo que nos rodea, pero en el fondo tenemos que aprender a tolerarnos y a respetarnos como seres humanos”, expresa el joven director de escena.